miércoles, 27 de abril de 2011

Explicando la discapacidad se entiende la gente y los niños también

De los niños y de las personas con discapacidad intelectual se piensa algo en común, que no entienden el mundo, también se piensa erróneamente que las personas con discapacidad intelectual son como niños, situación que conduce muchas veces a un trato infantil para referirse a ellos.

Explicar la discapacidad a los niños puede resultar muy complejo sobre todo cuando no tienen ningún contacto previo o cotidianamente con personas con discapacidad; los niños por lo regular muestran curiosidad ante algo que les resulta distinto o ajeno y es común que busque satisfacer su curiosidad preguntando de manera directa; a la pregunta de ¿qué tiene ese niño, niña o persona? ¿Por qué está así? ¿por qué no puede ver? etc refiriéndose a la persona con discapacidad, suele sobrevenir una incomodidad y hasta pena por parte los padres o los adultos que por lo regular incitan a que se baje la voz, se sea “discreto” o mesurado en los comentarios los cuales se piensan pueden resultar ofensivos hacia las personas con discapacidad; las opciones de “respuesta” pueden ser desde no responder en el momento fingiendo no haber escuchado el cuestionamiento o responder con un está enfermo sobreviniendo un “cállate luego te digo.”

La curiosidad es una manera natural de explorar e investigar el mundo, el niño en específico tiene la necesidad de explicarse lo que sucede a su alrededor, para él la manera más práctica de acceder a esta información es preguntando directamente; la vaguedad de las respuestas y la omisión pueden ocasionar que el niño adquiera conceptos erróneos o incompletos de una realidad que de no aclararse corren el riesgo de transmitirse de manera distorsionada cuando el propio niño se convierta en adulto, pues él a lo mismo que sus padres o adultos a los que ahora les pregunta se verá inmerso en la misma dificultad para contestar y así sucesivamente.

Una de las principales dificultades para explicarle la discapacidad a un niño es que a nivel social no se tiene definida claramente lo que significa, conceptos como enfermedad o locura se siguen usando indiscriminadamente como sinónimos

Los niños en específico son un sector de la población al que pocas veces se les explica de manera clara lo que significa la discapacidad, es penoso que no existan campañas de sensibilización en torno al tema que abran espacio a la inclusión, en la encuesta realizada en el 2005 Una de cada tres madres de familia pensaba que el nivel educativo de las escuelas disminuye si acude algún niño con discapacidad; situación que agrava aún más la marginación, exclusión y discriminación a los que se ven sujetos las personas con discapacidad por el simple hecho de su condición.

Educar a los niños en base a la igualdad implica enseñarlos a partir del respeto de las diferencias de los demás, la discapacidad se debe de entender como una condición de vida a la que una persona puede quedar vulnerable por el hecho de presentar alguna diferencia en el funcionamiento de órganos, extremidades o dificultad para abstraer conceptos que nos pueden parecer fáciles de entender; pero eso no significa que no goce de los mismos derechos y libertades que los demás.

Hablarles de discapacidad a los niños es ampliar y enriquecer sus propios conceptos partiendo de la tolerancia y respeto hacia esquemas distintos de vida, es enseñarlos a construir lazos sólidos de respeto y armonía hacia otro que en apariencia pudiera parecer que no tiene nada en común, pero que quizá se sorprenda si se da la oportunidad de conocer más de cerca dejando de largo la condición de “discapacidad”
Platicar con los niños de discapacidad también es una forma de construir sociedades más justas equitativas y sobre todo solidarias que tanta falta nos hacen hoy en día.

martes, 19 de abril de 2011

El espejo en el que no nos atrevemos a mirar

Si existe algo peor que la discriminación es la omisión o el autoengaño para no reconocer algo que a todas luces es evidente; de la sociedad mexicana se piensa que es solidaria, que sabe unirse en las penas; pero también se describe como la filosofía de la cubeta de cangrejos en donde si uno sale los demás se encargan de hacer que se regrese.

La discriminación es un conjunto de percepciones en base a la tolerancia de descalificativos hacia grupos marginados que han sido vulnerados por condiciones como raza, género, color de piel, condición social, discapacidad, preferencia sexual, entre otros.

Descalificativos usados como sinónimos anteponiendo el peyorativo del “pinche” acompañan las relaciones entre los mexicanos; la gran mayoría sabemos que si hablamos de un “cabeza de huevo” hablamos de un “pelón”, si nos referimos al “gringo” es una persona de tez blanca sin saber si es o no de origen norteamericano, el rico es “mamón” la mujer es “vieja” el niño es “escuincle”, el indígena es “indio”, el creyente “mocho”, el pobre es “naco”, el joven “vago” o “nini”, la empleada doméstica es “la gata”, el estudioso o aplicado es el “teto”, la recatada “mojigata”, la liberal “puta”. A ese nivel nos relacionamos los mexicanos.

En la encuesta presentada este 12 de abril por la CONAPRED; ENADIS, Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 además de revelar las percepciones de los mexicanos con referente a los que deberían ser nuestros semejantes de acuerdo al principio de igualdad también nos revela la perversión del autoengaño; el 65.5 % de los encuestados considera que los niños deben de tener los derechos que les da la ley mientras tres de cada diez niños confiesa que sus padres los han hecho llorar; siete de cada diez personas piensa que las opiniones de las y los jóvenes deben tomarse mucho en cuenta; pero una de cada cuatro personas encuentra justificable en gran proporción llamar a la policía cuando ve a muchos jóvenes en una esquina
Seis de cada diez personas considera que la riqueza es el principal factor que más divide a la sociedad; ¿El rico causante de envidias? ¿Por qué todo lo tiene, todo lo puede?

Si tomáramos en cuenta la teoría freudiana con respecto al placer y la carga libidinal que conlleva el chiste entre los caballeros en específico, nos aventuraríamos a mencionar hipotéticamente que en México además sufrimos de un doble mensaje moral pues los caballeros se la pasan cogiéndose entre sí a través del albur y ahí de aquel que se descuide; entonces ¿Por qué la intolerancia hacia los homosexuales? Al revelar que cuatro de cada diez mexicanos no permitiría que vivan en su casa ni homosexuales ni lesbianas. ¿Qué de intolerable representa este sector de la población a los demás?

Un grave problema de la discriminación no solo son las percepciones, sino los actos que conllevan en sí, prácticas discriminatorias ocasionan violencia y violación a principios fundamentales de convivencia humana como lo es la igualdad; la marginación y exclusión a la larga provoca un terrible resentimiento si se vive constantemente bajo estas circunstancias.

¿Cómo no tener una sociedad violenta? ¿Cómo hablar de respeto, tolerancia y más aún de democracia o construcción de tejido social? ¿Cómo nos podemos decir solidarios? Cuando en la intimidad de la relación uno a uno nos reconocemos a base de descalificativos.