viernes, 16 de diciembre de 2011

Del como discriminamos en México

Tenemos la fantasía de ser una sociedad altamente solidaria; mentira, los números y las percepciones cotidianas nos dicen lo contrario.
Chequen este video.


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miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ni tan felices




Todo quedó en la búsqueda porque los duendes pincharon la burbuja y las palabras dejaron de ser esdrújulas y agudas -paridad, igualdad y volvieron a ser llanas -prima, riesgo, deuda, soberana. El cuento sigue porque los súbditos del reino pusieron a buscar oro a un registrador de la propiedad cuyo mayor mérito era la paciencia. Continuará....

"Mayor catástrofe estética, moral y cultural del siglo XX. es Walt Disney"-absolutamente de acuerdo- pensaba mientras terminaba de leer el artículo de "Blancanieves, no era tan buena" que publicó El País Semanal el Domingo 4 de diciembre, unido a las excelentes fotografías en su contenido el título me pareció lo suficientemente provocador para ocasionar picazón al empalagoso recuerdo de las princesas socarronas de ese el Disney World.


Mundo "moderno" y edulcorado artificial de la concepción de una vida rosa, fantasiosa, poco creíble e irreal se la dejamos a Walt Disney quien actuó cual Rousseau con su Emilio y Sofía respectivamente; versiones rebajadas y degradadas del cuento, transformaron las historias y a sus moralejas en fórmulas paliativas para olvidar la dolencia que implica vivir; y como sobrellevarla, pues en la vida adulta se prefieren los somníferos a la explicación y a la palabra que elabore desde el lugar del deseo de entender, la injusticia, las desigualdades, las crueldades y las atrocidades que conlleva en sí misma la raza humana.

Princesas tímidas, delicadas, dulces y sonrojadas, imagen especular de la mujer-barbie americana, en su mayoría, inundan las mentes infantiles de vástagos y quienes están a cargo de su crianza; el estereotipo femenino se visualiza tras las cualidades de dulzura, compasión, amor incondicional, filial, maternal (jamás sororal), serenidad, paciencia, juventud erótica y estética correcta de las princesas, acompañado del debido toque virginal, guardián de la buena costumbre de permanecer con las piernas cerradas.

Todos ellos atributos honorables para encontrar o ya en su defecto-efecto, esperar al tan ansiado príncipe azul que aparecerá en la vida de la princesa; alto, guapo, inteligente, comprensivo, amoroso, valiente, fuerte, viril, llamado hoy en día "el indicado"; el cual en su versión austera aparece como sapo al que hay que besar y volver a esperar para que deje de ser batracio.

Disney y nuestra neurosis bien intencionada nos contaron historias "tan reales" que suceden, "casi nunca" al grado de ocasionar una fuerte expectativa mundial, de acuerdo a Sandvine, empresa en medición de tráfico por internet, La Boda Real del Príncipe William de Inglaterra con Kate Middleton que ha calificado en su reporte como "La Pompa Ceremonial y la transmisión en directo" tuvo una audiencia total en línea y en televisión, de más de mil millones de espectadores; que en el diván lacaniano esto sonaría a expectadores, dícese desde las expectativas; los niveles de Octoshape, una plataforma de transmisión patentada utilizada para eventos en línea de gran escala (lo más reciente ha sido la toma de posesión del Presidente Barack Obama y el servicio fúnebre de Michael Jackson) aumento 60 veces el nivel normal. ¿Qué esperaría tanto expectador? ¿Qué tanta fantasía patológica cumplieron esos dos personajes? ¿Cuántos "sueños" no se vieron cristalizados ahí?

Dolor que da saber, que en este nuestro México la boda real, la visita del Papa, las mañanitas a la Guadalupana, cause mayor expectativa que el estudio Feminicidio en México 2011, en el cual señala que de 20 mujeres que son asesinadas en nuestro país, tienen menos de 5 años de edad, que los métodos utilizados con mayor frecuencia para quitarles la vida son ahorcamiento, estrangulamiento, sofocación, ahogamiento e inmersión en el 18 por ciento de los casos; muerte a nuestras princesas, con estas leyes y con esta sociedad, es lo que estamos dando a nuestras niñas.

¿Qué clase de feminidad hemos construido? ¿Qué valores "femeninos" son los que estamos heredando? ¿Qué relación guarda el alto indice de violencia entre las y los jóvenes con los estereotipos construidos a base del género? ¿Qué tenemos que aprender, aprehender y desaprender para corregir esto? ¿Qué herramientas les estamos dando a nuestras niñas para que se defiendan?

Clarissa Pinkola, psicoanalista Jungiana, expresa de manera nítida y elocuentemente una exploración de la feminidad a través de los cuentos y los arquetipos que construimos al rededor de diversos símbolos que por lo regular representan al salvajismo propio de la naturaleza femenina, relatos crudos y dolorosos que no dejan duda de su realidad, cantos que ayudan a identificar el parentesco con la naturaleza instintiva, útil para comprender los cuentos como si estuviéramos dentro de ellos y no como si ellos estuvieran fuera de nosotros.

No se pude hablar más del descubrimiento de la Mujer Salvaje porque es es estrictamente personal y su búsqueda implica largas horas de trabajo en conversaciones íntimas llevadas a los terrenos más profundos y menos explorados hasta que aparezca el parentesco.

Sumir la nariz en los cuentos de esta cantadora es sumirse en una realidad que no es tan ajena pero está adormecida, anestesiada o demasiado aderezada, por estereotipos banales entintados de opresión.

Mujeres que corren con lobos es una recopilación de cuentos, enunciados desde el arte de la poeta y cantadora, de la mujer- autora que se efigie en esta obra como guardiana de una tradición de antiguos relatos unidos al conocimiento de una naturaleza profunda de la psique femenina, la instintiva, la intuitiva que se cosecha fruto de una constante sobrevivencia. "Las tierras espirituales de la Mujer Salvaje han sido expoliadas o quemadas, sus guardias se han arrastrado y sus ciclos naturales se han visto obligados a adaptarse a unos ciclos artificiales para complacer a los demás"


miércoles, 8 de junio de 2011

El acto escénico de la renuncia

Por Emma González

Una de las ventajas de las llamadas redes sociales a las cuales prefiero llamar “virtuales”, es la oportunidad que se tiene de poderse enterar en tiempo real de los acontecimientos una vez abras el “ordenador”; así fue como me enteré de una agradable noticia cuando vi en el muro del facebook la alegría inmensa de dos amigos muy queridos que nos presentaban a su hijo de cuatro meses de edad; en referencia a la foto su madre escribía: “Aún permanece en el albergue institucional de donde nos lo darán en adopción. Ya se instaló en nuestros corazones. Pronto un juez dará la sentencia para que podamos traerlo mucho tiempo en nuestros brazos y mucho tiempo también en los suyos. Besos

Con esta frase mi adorada amiga me antojaba ya la ilusión de tener a Tristán entre mis brazos también.

A la vez que veía a mis amigos tan contentos y que yo me alegraba también por ellos pensaba en la maravilla que significa la adopción; proceso legal para una resolución de conflictos de forma satisfactoria; lo definiría.

Pensaba en las mujeres y sus decisiones para renunciar a la posibilidad de ejercer la maternidad, y vaya que hay que ser valientes para poder tomar una decisión así, aunque se piense lo contrario; las razones por las cuales se decida dar un pequeño en adopción seguramente son miles, así como los adjetivos y vilipendios que se les imputa a quienes deciden hacerlo; decisión que generalmente recae en las mujeres.

Renunciar también es un acto de amor y seguramente muchos dirán ¿Entonces para qué se embaraza si no lo va a querer? ¿Cómo puede desprenderse de algo que es "suyo"? Cuestionamientos que quedan en duda cuando de entre las muchas carencias de nuestro amado país está una escasa, pobre y mediocre educación sexual a la población, donde las mujeres ven limitada su opción al aborto desde el sistema de justica, de salud y “moral”.

La maternidad ante todo es una opción; un deseo de actuar; se decide amar a otro a través del cuidado, de la protección y formación constantes hacia alguien más que no sea yo solamente; sin embargo muchas veces pareciera entenderse como un mandato cultural que le da valía a la mujer desde su constitución de madre; ¡Yo no deseaba ser mamá! Son de las confesiones más desgarradoras, que en número considerable se hacen las mujeres a ellas mismas en los consultorios, reconocerlo “afuera” significaría la hoguera; de nueva cuenta el silencio, aunque el hecho de que no se hable no significa que no exista.

Otro tema que se pone de manifiesto en los consultorio es el reconocimiento de lo que se ama realmente en el hijo o la hija; para muchos padres y madres los hijos o hijas significan la realización de sus propios deseos, la extensión de ellos y ellas mismas, viendo en la paternidad o maternidad la opción para realizarlos, obligando a los hijos e hijas a vivir bajo yugos de mandatos dictados desde deseos inconscientes de control que ponen de manifiesto en la vida de los hijos e hijas, anulando los deseos propios de éstos para decidir por ellos y ellas mismas; amándolos a condición desde el más puro sentido de pertenencia; te amo por lo que me representas no por lo que eres; entonces : ¿Amamos con mayor intensidad a partir de lo que nos pertenece?

Existen mujeres que "sufren" literalmente pensando que no pueden ser madres, sin contemplar a la adopción como una forma genuina de serlo también.

En el amar va implícito un acto de renuncia a las posibilidades dictadas como “normales”, renunciar a estereotipos y esquemas impuestos por los otros y por nosotros mismos, en el acto de amar va implícito la renuncia al egoísmo no como sacrificio a los propios deseos, de ser así se convierte en alienación; si no a la capacidad elaborada –entiéndase hablada- de renuncia al ver en el otro la mera satisfacción de mis deseos.

lunes, 9 de mayo de 2011

¿Quién les robó el 10 de mayo?

La maternidad; entendida como lenguaje sublime de existencia y vida a través de otro, manifestación de “amor natural” en toda mujer la cual se piensa que en la mayoría de veces actúa por instinto al convertirse en madre negándole el reconocimiento a los múltiples e invariables esfuerzos que tiene que realizar para desarrollar un sinfín de habilidades que le permitan ser una madre lo suficientemente buena, tal cual se refiere a ellas Winnicot.

¿Habrá en este mundo a quien se le niegue la posibilidad de ejercer su maternidad? Por desgracia la respuesta es que sí, en este mundo y en este país ocurre algo preocupantemente silencioso, perversamente cobijado nuevamente por la invisibilidad que refleja la ausencia de datos al respecto impidiendo la emisión de los señalamientos de alerta y demandas pertinentes para poder actuar y corregir conceptos peligrosamente mal entendidos que llevan a acciones desgarradoras.

Mujeres con discapacidad intelectual son histerectomizadas bajo el consentimiento de los propios padres de familia, con el argumento de protección; ¿Protección para quién? ¿De qué se supone estamos defendiendo a estas mujeres?, a las cuales no solamente hemos decidido imponerles el juicio lapidario de incapacidad para ejercer su maternidad como función social en una conducta que a toda costa se vislumbra como discriminatoria y marginal, que además fomenta la violación sistemática a sus derechos fundamentales que asisten a todo ser humano proclamando que todos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona puede invocar todos, sin distinción alguna y, por ende, sin distinción de sexo incluidas por supuesto las personas-mujeres con discapacidad intelectual quienes dada su condición de mujeres y de personas con discapacidad sufren los estragos de las aquiescencias de un sistema de salud, social y judicial pérfido, cruel e involucionado que invalida el reconocimiento “de que las mujeres y las niñas con discapacidad suelen estar expuestas a un riesgo mayor dentro y fuera del hogar, de violencia, lesiones o abuso, abandono o trato negligente, malos tratos o explotación”

Dentro de la clasificación de la discapacidad encontramos grados de funcionalidad que se dividen en profundo, moderados o leves; pudiéndose entender que una mujer con discapacidad profunda debido al resultado de las serias dificultades y limitaciones a causa de una disfunción intelectual o cognitiva difícilmente podría llevar a cabo un ejercicio de maternidad; por el contrario estas mujeres deberían de ser las que gozaran del más alto grado de protección y cuidado pues debido a su condición sumamente vulnerable quedan expuestas a toda clase de abusos sobre todo sexuales, sin embargo resulta inadmisible pensar a la histerectomización como una medida de prevención y protección a sus derechos; la histerectomía evita el embarazo pero ¿qué medidas evitan el abuso sexual?

Las exigencias deberían de ser hacia un sistema legal que proporcione medidas necesarias para la protección a su integridad; sobre todo cuando estas mujeres se encuentran en estados de reclusión donde los abusos se cometen de forma constante y permisiva.

Otro panorama no más alentador es el que se da en casa desde los mismos padres de familia para los que tampoco existen sistemas de acompañamiento efectivos formales que les brinden orientación específica en cuanto a las etapas de desarrollo de sus hijos entre ellas el manejo de la sexualidad; padres de familia caminan en completa soledad y obscuridad ante el tema desde el nacimiento de sus hijos, el temor y dolor a repetir y duplicar la historia es constante; debido al riesgo mayor que podría significar el hecho de que una persona con discapacidad congénita pueda heredarla; si bien existe el “riesgo” latente, como en todos, también existen medidas de orientación y acompañamiento que deben ser explicadas y atendidas dirigidas para los padres como para la persona con discapacidad intelectual.


Algunos padres de familia toman la decisión de someter a sus hijas a prácticas anticonceptivas irreversibles incluso cuando éstas cuentan con una plena conciencia para tomar la decisión de ser madres; la escasa promoción de sus derechos como el acceso a la justicia, salud, acceso a la información a la igualdad de reconocimiento como persona ante la ley, a la no discriminación, la protección contra la explotación, la violencia y el abuso, el derecho al respeto de la privacidad, del hogar y de la familia se ven suprimidos e inexistentes al no contar con programas que apoyen la autonomía y respeto de las decisiones de las personas con discapacidad quedando atrapados no solo ellos sino sus mismos padres quienes en base a la ignorancia secuestran una posibilidad de vida más libre, aunque esta propuesta a muchos les parezca lo contrario.

miércoles, 27 de abril de 2011

Explicando la discapacidad se entiende la gente y los niños también

De los niños y de las personas con discapacidad intelectual se piensa algo en común, que no entienden el mundo, también se piensa erróneamente que las personas con discapacidad intelectual son como niños, situación que conduce muchas veces a un trato infantil para referirse a ellos.

Explicar la discapacidad a los niños puede resultar muy complejo sobre todo cuando no tienen ningún contacto previo o cotidianamente con personas con discapacidad; los niños por lo regular muestran curiosidad ante algo que les resulta distinto o ajeno y es común que busque satisfacer su curiosidad preguntando de manera directa; a la pregunta de ¿qué tiene ese niño, niña o persona? ¿Por qué está así? ¿por qué no puede ver? etc refiriéndose a la persona con discapacidad, suele sobrevenir una incomodidad y hasta pena por parte los padres o los adultos que por lo regular incitan a que se baje la voz, se sea “discreto” o mesurado en los comentarios los cuales se piensan pueden resultar ofensivos hacia las personas con discapacidad; las opciones de “respuesta” pueden ser desde no responder en el momento fingiendo no haber escuchado el cuestionamiento o responder con un está enfermo sobreviniendo un “cállate luego te digo.”

La curiosidad es una manera natural de explorar e investigar el mundo, el niño en específico tiene la necesidad de explicarse lo que sucede a su alrededor, para él la manera más práctica de acceder a esta información es preguntando directamente; la vaguedad de las respuestas y la omisión pueden ocasionar que el niño adquiera conceptos erróneos o incompletos de una realidad que de no aclararse corren el riesgo de transmitirse de manera distorsionada cuando el propio niño se convierta en adulto, pues él a lo mismo que sus padres o adultos a los que ahora les pregunta se verá inmerso en la misma dificultad para contestar y así sucesivamente.

Una de las principales dificultades para explicarle la discapacidad a un niño es que a nivel social no se tiene definida claramente lo que significa, conceptos como enfermedad o locura se siguen usando indiscriminadamente como sinónimos

Los niños en específico son un sector de la población al que pocas veces se les explica de manera clara lo que significa la discapacidad, es penoso que no existan campañas de sensibilización en torno al tema que abran espacio a la inclusión, en la encuesta realizada en el 2005 Una de cada tres madres de familia pensaba que el nivel educativo de las escuelas disminuye si acude algún niño con discapacidad; situación que agrava aún más la marginación, exclusión y discriminación a los que se ven sujetos las personas con discapacidad por el simple hecho de su condición.

Educar a los niños en base a la igualdad implica enseñarlos a partir del respeto de las diferencias de los demás, la discapacidad se debe de entender como una condición de vida a la que una persona puede quedar vulnerable por el hecho de presentar alguna diferencia en el funcionamiento de órganos, extremidades o dificultad para abstraer conceptos que nos pueden parecer fáciles de entender; pero eso no significa que no goce de los mismos derechos y libertades que los demás.

Hablarles de discapacidad a los niños es ampliar y enriquecer sus propios conceptos partiendo de la tolerancia y respeto hacia esquemas distintos de vida, es enseñarlos a construir lazos sólidos de respeto y armonía hacia otro que en apariencia pudiera parecer que no tiene nada en común, pero que quizá se sorprenda si se da la oportunidad de conocer más de cerca dejando de largo la condición de “discapacidad”
Platicar con los niños de discapacidad también es una forma de construir sociedades más justas equitativas y sobre todo solidarias que tanta falta nos hacen hoy en día.

martes, 19 de abril de 2011

El espejo en el que no nos atrevemos a mirar

Si existe algo peor que la discriminación es la omisión o el autoengaño para no reconocer algo que a todas luces es evidente; de la sociedad mexicana se piensa que es solidaria, que sabe unirse en las penas; pero también se describe como la filosofía de la cubeta de cangrejos en donde si uno sale los demás se encargan de hacer que se regrese.

La discriminación es un conjunto de percepciones en base a la tolerancia de descalificativos hacia grupos marginados que han sido vulnerados por condiciones como raza, género, color de piel, condición social, discapacidad, preferencia sexual, entre otros.

Descalificativos usados como sinónimos anteponiendo el peyorativo del “pinche” acompañan las relaciones entre los mexicanos; la gran mayoría sabemos que si hablamos de un “cabeza de huevo” hablamos de un “pelón”, si nos referimos al “gringo” es una persona de tez blanca sin saber si es o no de origen norteamericano, el rico es “mamón” la mujer es “vieja” el niño es “escuincle”, el indígena es “indio”, el creyente “mocho”, el pobre es “naco”, el joven “vago” o “nini”, la empleada doméstica es “la gata”, el estudioso o aplicado es el “teto”, la recatada “mojigata”, la liberal “puta”. A ese nivel nos relacionamos los mexicanos.

En la encuesta presentada este 12 de abril por la CONAPRED; ENADIS, Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 además de revelar las percepciones de los mexicanos con referente a los que deberían ser nuestros semejantes de acuerdo al principio de igualdad también nos revela la perversión del autoengaño; el 65.5 % de los encuestados considera que los niños deben de tener los derechos que les da la ley mientras tres de cada diez niños confiesa que sus padres los han hecho llorar; siete de cada diez personas piensa que las opiniones de las y los jóvenes deben tomarse mucho en cuenta; pero una de cada cuatro personas encuentra justificable en gran proporción llamar a la policía cuando ve a muchos jóvenes en una esquina
Seis de cada diez personas considera que la riqueza es el principal factor que más divide a la sociedad; ¿El rico causante de envidias? ¿Por qué todo lo tiene, todo lo puede?

Si tomáramos en cuenta la teoría freudiana con respecto al placer y la carga libidinal que conlleva el chiste entre los caballeros en específico, nos aventuraríamos a mencionar hipotéticamente que en México además sufrimos de un doble mensaje moral pues los caballeros se la pasan cogiéndose entre sí a través del albur y ahí de aquel que se descuide; entonces ¿Por qué la intolerancia hacia los homosexuales? Al revelar que cuatro de cada diez mexicanos no permitiría que vivan en su casa ni homosexuales ni lesbianas. ¿Qué de intolerable representa este sector de la población a los demás?

Un grave problema de la discriminación no solo son las percepciones, sino los actos que conllevan en sí, prácticas discriminatorias ocasionan violencia y violación a principios fundamentales de convivencia humana como lo es la igualdad; la marginación y exclusión a la larga provoca un terrible resentimiento si se vive constantemente bajo estas circunstancias.

¿Cómo no tener una sociedad violenta? ¿Cómo hablar de respeto, tolerancia y más aún de democracia o construcción de tejido social? ¿Cómo nos podemos decir solidarios? Cuando en la intimidad de la relación uno a uno nos reconocemos a base de descalificativos.

miércoles, 16 de febrero de 2011

BABEL

Por Emma González

La palabra es un instrumento o se crea o se destruye con ella, el lenguaje es el elemento diferenciador entre los animales y nosotros al ser los únicos primates que accedemos a él de manera verbal y por lo tanto simbólica.

El lenguaje ha sido el parte aguas para hablar de evolución entre los hombres primitivos y evolucionados, su poder es tan infinito que ha ocasionado que las estructuras cerebrales se modifiquen al paso del tiempo

Existen muchas clases de comunicación pero ninguna como la palabra cuando esta se hace acompañar de la elaboración de las ideas accediendo al entendimiento y la razón.

El peso de la palabra para quien la dice y para quien la escucha no siempre es el mismo, pues el sentido que le dé el emisor y receptor del mensaje no siempre cobra un idéntico significado, el problema no es que cada quien le otorgue un sentido distinto a lo que uno escucha y el otro habla, el problema viene cuando creen estar de acuerdo simulando un entendimiento. “Cada loco con su tema”

El acuerdo no es aquello que es igual o similar a mí, se puede estar de acuerdo pensando totalmente distinto, el acuerdo no es algo que está ahí, es algo que se conquista y a lo cual se accede después del invariable cuestionamiento.

Pero vivimos en una sociedad (construida por nosotros mismos) en donde el cuestionamiento y la crítica no tienen lugar ni en el otro y mucho menos en uno mismo.

Soportar el peso de la palabra no tiene tanto problema cuando es del otro.